lunes, 14 de junio de 2010



Cuando hablo de referentes para mi trabajo, más allá de fotógrafos, diseñadores, pintores o artistas plásticos; siempre hay música metida en el paquete. La música me ayuda a colocar esa cantidad de pensamientos desvariantes en orden y clasificarlos como ideas. Eso, sin mencionar, el estado de euforia que me produce y que le transmito al equipo de trabajo que me acompaña.


Hace poco (muy poco, realmente) conocí gracias a Manuel (amigo y una de mis manos derechas*) a Janelle Monae. Desde el primer segundo que escuché a esta cantante, bailarina y compositora nativa de Kansas pero habitante de New York, me dejó con la boca abierta. Me decía a mí mismo “es Prince, no, no es Prince es Ray, no, no es Ray; es James Brown, no, no es James Brown”. Ajá, entonces ¿quién es?


Esta chica tan genial, en su disco debut The ArchAndroid, cuenta la historia de Cindi Mayweather, una androide en Metropolis que se enamora de un humano y es condenada a muerte. Si bien el disco puede ser escuchado por tracks, ella recomienda oírlo como una obra completa.


A pesar de que The ArchAndroid (Suites II and III) es el primer disco de Janelle, en el 2007 comenzó a contar la historia de Cindi Mayweather en Metropolis: Suite I (The Chase), un EP con el que obtuvo una nominación al Grammy por su primer sencillo.



Probablemente mi único ritual antes de ir a trabajar sea llevar una buena canción en la cabeza (por aquello del estado de euforia que les comente al principio). Hay una canción de esta chica que no he podido sacar de mi mente y estoy seguro de que caracterizará mi estado de ánimo, como mínimo, en la semana en curso, y es: Come Alive (The War of the Roses)



La definiría como un “Something Dance”. Lo mágico de este track es que cuando suena no puedo evitar dejar de hacer lo que esté haciendo, darle todo el volumen y ponerme a bailar.


*Nota: Sí, yo tengo varias manos derechas. Y, a pesar de eso, soy ambizurdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario